Hacia afuera = hacia adentro

II
Hacia adentro
Después,
hubo un sonido
en el vidrio.
Detrás de la plata encerrada,
de la luz que se dobla
hacia mi cuerpo,
que me devuelve.
Hubo un tono en el gesto.
Una mañana en que supe.
Ahí estaba:
esa cara grande, buena,
inclinada hacia mí como un sauce.
Desconocida
y no.
Perdida alguna vez,
en alguna parte.
Dos pasos más.
Hoy quiero ver de cerca
lo que fui,
lo que no soy.
Hoy, me atrevo.
El espejo es el mismo,
y yo
descubro un rincón
escondido
más allá de las sábanas.
Un cuadrado de soles
y de sombras
que no recuerdo haber puesto
allá arriba,
en el alféizar vertical de la ventana.

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